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sábado, 27 de mayo de 2017

PAZ VERDADERA



No te ofrezco la paz, hombre de bien, 
porque la paz no es una medalla: 
esta paz, cobarde, que sin pausa 
nos lleva a una vida esclavizada. 
Para conquistar la PAZ, la verdadera, 
 antes del terror hay que librarla. 
Yo proclamo el amor y la ternura, 
el músculo, la lucha y las ganas, 
la agilidad de mente, el fin del llanto, 
la hoguera del deseo y la mirada. 
Guarnecidos con luz, con alegría, 
con sueños e ímpetu en el alma, 
salgamos a implantar la PAZ, de cara, 
a la otra, habrá que aniquilarla.


“Matadlos donde los encontréis, expulsadlos de donde os expulsaron.” (Coran 2,187)
“Matad (a los infieles) donde los encontreis, apresadlos, asediadlos y tendedles emboscadas”. (Coran 9,5)

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