Páginas

viernes, 28 de noviembre de 2025

CUANDO EL PODER SE PUDRE ENTERO

 


Los países no caen de un día para otro, caen cuando quienes deberían proteger la ley deciden convertirse en sus verdugos, cuando el Gobierno se cree intocable, cuando el partido que lo sostiene confunde el Estado con su patrimonio, cuando la Mesa del Congreso deja de ser garante del debate democrático para convertirse en la alfombra que esconde la basura del poder, y cuando hasta el Tribunal Constitucional, que debería ser el dique final contra el abuso, se entrega a la misma corrupción que supuestamente debería vigilar

Ese es el momento en el que una nación descubre que no está ante una crisis política normal, sino ante algo mucho más serio, ante una crisis de régimen, ante la demolición premeditada de los contrapesos, ante el asalto planificado a la democracia que convierte las instituciones en chiringuitos ideológicos y a los ciudadanos en simples espectadores de un teatro donde todo se decide en despachos oscuros y en sobres sellados

Pero incluso cuando el poder se pudre entero, incluso cuando el Gobierno está procesado, el partido que manda está procesado, la Mesa del Congreso está procesada y los jueces del Constitucional están manchados por la misma trama, incluso entonces existe salida, porque España no le pertenece a los corruptos, ni a los que creen que pueden secuestrar el Estado para blindarse, España pertenece a los españoles y a la ley que ellos se dieron

Cuando el Gobierno cae por corrupción estructural, cae porque la Justicia ordinaria no se detiene ni se negocia, porque los tribunales que investigan delitos no responden a consignas políticas, porque el Supremo no se paraliza aunque tiemblen los despachos ministeriales, porque la Audiencia Nacional sigue el rastro del dinero aunque apesten los pasillos del poder, porque la Fiscalía Europea y los organismos antifraude de la UE no aceptan presiones ni amenazas, y porque Europa ya ha intervenido antes cuando gobiernos enteros intentaron prostituir la democracia para mantenerse atornillados al sillón

Cuando el partido en el Gobierno está acusado por corrupción sistemática, pierde el apoyo dentro y fuera, pierde la mayoría, pierde la legitimidad y pierde el relato, porque nadie quiere hundirse con un barco que se va al fondo mientras los capitanes esconden pruebas, destruyen documentos y culpan a los españoles de la podredumbre propia

Cuando la Mesa del Congreso se convierte en la agencia inmobiliaria del poder y bloquea iniciativas, mociones, debates y controles, la ley actúa por encima de las sillas y de los colores, porque los tribunales pueden suspender a los que violan la Constitución, porque la recusación judicial corta de raíz los intentos de secuestro parlamentario y porque si hace falta el Congreso puede ser intervenido para devolverle su función original, la de representar al pueblo y no a una mafia política

Y cuando hasta el Tribunal Constitucional se vende, cuando ya no es un árbitro sino un actor de la trama, cuando decide obedecer al poder en vez de vigilarlo, entonces la solución ya no está dentro del edificio, está fuera, porque Europa no tolera la quiebra de la separación de poderes, no tolera que un país miembro maquille la corrupción, no tolera que un gobierno infectado convierta las instituciones en una red clientelar, y cuando eso ocurre la UE actúa, suspende fondos, impone reformas, tumba nombramientos, obliga a limpiar, y si hace falta interviene el Estado desde arriba, como ya ha hecho antes con otras naciones que intentaron convertir la democracia en una tapadera

España no es propiedad de una camarilla, no es el botín de un partido, no es el premio de un presidente que confunde su cargo con impunidad, España es una nación con herramientas suficientes para sobrevivir a cualquier gobierno, incluso al más corrupto, incluso al que intenta controlar la información, cerrar las instituciones y convertir la justicia en un muro de protección personal

Cuando todo se derrumba, cuando la corrupción ya no es un caso aislado sino un sistema, cuando los que gobiernan se creen los dueños del país, cuando la mentira y el clientelismo se convierten en la norma, el pueblo reacciona, la justicia se abre paso, los aliados huyen, Europa vigila y el régimen cae sin remedio, porque ningún poder sobrevive cuando se coloca por encima de la ley, y ningún partido mantiene el control cuando la nación entera descubre que ha sido saqueada desde dentro

Hay un límite que nunca podrán cruzar los corruptos, porque ese límite lo marca el pueblo español, que cuando despierta, cuando se cansa de ser engañado, cuando reconoce la estafa de un gobierno que se creía eterno, actúa, expulsa, limpia y reconstruye, devolviendo a España a manos de quienes nunca deberían haber dejado de gobernarla, los ciudadanos libres y no los profesionales de la mentira.

Felipe Pinto. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario