"Lo importante no son los años de vida sino la vida de los años".

"Que no os confundan políticos, banqueros, terroristas y homicidas; el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso.
Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan la vida".

Al mejor padre del Mundo

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domingo, 3 de octubre de 2010

UN PASEO POR LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA

Por Pérez Reverte



ES BUENO RECORDAR LA HISTORIA CONTADA A CONTINUACIÓN POR PÉREZ REVERTE PARA EVITAR QUE ESTE PAÍS SIGA CONVIRTIÉNDOSE EN UNA TIERRA LLENA DE BURROS E IGNORANTES. Y PARA MUESTRA UN BOTÓN... NO HACE MUCHOS DÍAS Y EN REFERENCIA AL ARTÍCULO SIGUIENTE, UNOS SEÑORES SOCIALISTAS, ENCARGADOS DE LLEVAR A CABO EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY DE LA MEMORIA HISTÓRICA, INSTÓ AL AYUNTAMIENTO DE LAS NAVAS A CAMBIAR EL NOMBRE DE SU COLEGIO, QUE SE LLAMA 16 DE JULIO, PORQUE SEGÚN ELLOS ESTABA RELACIONADO CON EL LEVANTAMIENTO MILITAR Y POSTERIOR GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. PARA TIRARSE DE LOS PELOS, MENUDA MANADA DE POLITICOS IGNORANTES, SECTARIOS Y MEMOS DE SOLEMNIDAD.

¡¡¡BURROS Y ANALFABETOS, QUE ADEMÁS SE LO LLEVAN CRUDO!!! (Nuestra pasta).

LEAN EL ARTÍCULO Y COMPRENDERÁN POR QUÉ LAS HIJAS DE ESTOS SOCIALISTAS PROGRES NO LLEVAN EL BURKA.

Y mejor no olvidarlo para no tener que repetirlo. SOBRE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA (Anno Domini 1212)

Ya ni siquiera se estudia en los colegios, creo. Moros y cristianos degollándose, nada menos. Carnicería sangrienta. Ese medioevo fascista, etcétera. Pero es posible que, gracias a aquello, mi hija no lleve hoy velo cuando sale a la calle. Ocurrió hace casi ocho siglos justos, cuando tres reyes españoles dieron, hombro con hombro, una carga de caballería que cambió la historia de Europa. El 16 de julio se cumplieron 798 años de aquel lunes del año 1212 en que el ejército almohade del Miramamolín Al Nasir, un ultrarradical islámico que había jurado plantar la media luna en Roma, fue destrozado por los cristianos cerca de Despeñaperros. Tras proclamar la yihad <guerra santa> –seguro que el término os suena– contra los infieles, Al Nasir había cruzado con su ejército el estrecho de Gibraltar, resuelto a reconquistar para el Islam la España cristiana e invadir una Europa –también esto les suena, imagino– debilitada e indecisa como en la actualidad.

Los paró un rey castellano, Alfonso VIII. Consciente de que en España al enemigo pocas veces lo tienes enfrente, hizo que el papa de Roma proclamase aquello cruzada contra los sarracenos, para evitar que, mientras guerreaba contra el moro, los reyes de Navarra y de León, adversarios suyos, le jugaran la del chino, atacándolo por la espalda. Resumiendo mucho la cosa, diremos que Alfonso de Castilla consiguió reunir en el campo de batalla a unos 27.000 hombres, entre los que se contaban algunos voluntarios extranjeros, sobre todo franceses, y los duros monjes soldados de las órdenes militares españolas. Núcleo principal eran las milicias concejiles castellanas –tropas populares, para entendernos– y 8.500 catalanes y aragoneses traídos por el rey Pedro II de Aragón; que, como gentil caballero que era, acudió a socorrer a su vecino y colega. A última hora, a regañadientes y por no quedar mal, Sancho VII de Navarra se presentó con una reducida peña de doscientos jinetes –Alfonso IX de León se quedó en casa–. Por su parte, Al Nasir alineó casi 60.000 guerreros entre soldados norteafricanos, tropas andalusíes y un nutrido contingente de voluntarios fanáticos de poco valor militar y escasa disciplina: chusma a la que el rey moro, resuelto a facilitar su viaje al anhelado paraíso de las huríes, colocó en primera fila para que se comiera el primer marrón, haciendo allí de carne de lanza.

La escabechina, muy propia de aquel tiempo feroz,
hizo época. En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo –imagino que tendría otras cosas en la cabeza–, había plantado su famosa tienda roja. La vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras luchar igual que leones de la Metro Goldwyn Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr romper tampoco la resistencia moruna. La situación empezaba a ser crítica para los nuestros –porque sintiéndolo mucho, señor presidente, allí los cristianos eran los nuestros–; que, imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato panza arriba. Fue entonces cuando Alfonso VII, visto el panorama, desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo Jiménez de Rada gritó: «Aquí, señor obispo, morimos todos». Luego, picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la carga espada en mano. El resto es Historia: tres reyes españoles cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la huida de Al Nasir, el degüello y la victoria.

¿Imaginan la película? ¿Imaginan ese material en manos de
ingleses, o norteamericanos? Supongo que sí. Pero tengan la certeza de que, en este país imbécil, acomplejado de sí mismo, no la rodará ninguna televisión, ni la subvencionará jamás ningún ministerio de Educación, ni de Cultura. Ni ningún político defenderá esta idea ya que incomada a los nacionalistas que no se implican en las gestas heroicas españolas porque les produce urticaria. ¡¡¡TRAIDOES!!!

Así se forjó España, para que venga el enano (Jordi Pujol), LOS CHARNEGOS Montilla y Rovira, el reverendo Arzallus, Anasagasti ( el ensaimada, por su peinado) y demás separatistas que cuestionan la historia hermosa de España, cuando sus antepasados carentes de ese odio que ellos anidan, si se implicaron en luchar juntos para hacer de España una GRAN NACIÓN.

Y para que tome nota el sujeto ZP, que con los moros hay que ser duro y no hacerles concesiones como él hace que se humilla y se arrastra ante ellos sólo porque lo " importante es la foto "ZP sic " y para que no coquetee con la mamarachada esa de la Alianza de Civilizaciones, ZP, debes conocer la historia, majadero, de lo contrario corres el riesgo que se repita.

ESPAÑOLES TODOS, TENER EN CUENTA QUE: "La mente es como un paracaídas, solo es verdaderamente útil cuando se abre"

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