¡Cómo han cambiado las cosas! Hoy está prohibida la publicidad del tabaco. Pero, echando la vista no muy atrás, sorprenden las dosis de ingenuidad, de machismo y hasta de esperpento que nos tragábamos con cada calada publicitaria.
En los años sesenta, la marca FETEN se vendía así:“¿Ha conseguido fumar menos? Enhorabuena: su fuerza de voluntad merece un premio. Ponga un FETEN en sus labios. FETEN quiere premiar su esfuerzo ofreciéndole el sabor más auténtico y el tabaco más puro”.
Ala. Ahí queda eso.
Luego estaba quien jugaba con el doble sentido y no le dolían prendas en echar mano de la Santísima Trinidad. “Una misma e inigualable calidad. Dos sabores distintos”. Así nos invitaban a elegir entre Philip Morris y Malboro.
Tabacalera no se andaba con rodeos y gritaba a los cuatro vientos que, para crear FORTUNA, “utilizó las más modernas técnicas amerinacas” y aplicó “avanzada tecnología”.
Algo más moderada se mostraba en la promoción del DUCADOS, para la que echaba mano de un eslogan muy manido: “Nobleza obliga”.
Y luego estaba HABANOS, que ya por aquel entonces innovaba. Eso sí: con una fuerte dosis de machismo (es un tabaco “fuerte” y “masculino”). En este caso, os presento el anuncio con el que, mediante una foto invertida, se publicitaba el tabaco procedente de las plantaciones de la localidad de Vuelta Abajo, en Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario