Yo se que muchos sabéis que no sigo casi nunca el rollo a los que mandan, pues desprecio su hipocresía y las huellas que dejan. Ante eso, abro mi propio camino y voy por derecho, con mi dignidad bien alta.
No soy de los que les lamen el culo ni de los que se arrastran ante ellos por un euro. Además no callo y a veces no tengo freno.
A la hora de decir verdades, lo hago, de frente y sabiendo que quizás esa verdad va a sacar a la luz miserias donde una mayoría quisiera ver resplandor.
Al ricachón sabueso, al banquero, al político, al corrupto, para quienes parece que no existieran las leyes, les digo que ya les llegará su San Martín y por la Justicia Divina serán tratados de igual manera de como voy a serlo yo o como lo pudiera ser un indígena en taparrabos.
Que no sigan con su sarta de mentiras esos mierdas "padres de la patria", que en tiempos electorales pelotean al pueblo y prometen lo que después nunca cumplen.
Quizás al final de mis días no tenga ni donde caerme muerto, pero moriré con la conciencia mucho más rica que la de ellos, a pesar de sus abultadas cuentas bancarias, conseguidas a costa de aplastar la nobleza de muchos honrados trabajadores que se dejan el alma en cada jornada para poder vivir con un mínimo de dignidad.
Si os dais cuenta en campos con mala hierba, siempre aparece una flor que lógicamente destaca y eso jode a toda la maleza... Y jode porque esa flor buena marca el resto del campo infectado y hace apartar los hierbajos para su destrucción, mientras ella es la envidia de todos los rastrojos y nunca será sometida a sus antojos.
Por eso... ¡Qué me importan los despojos humanos!
Mientras sea libre y bravo a la vez. no sólo no les seguiré en su camino abyecto, sino que con innegociable desprecio a sus conductas, intentaré ser una chispa de luz que pueda iluminar algo esa oscuridad en la que nos han sumido y así poder llegar a alumbrar parte del resto del jardín de la vida y de las flores que forman la sociedad de buen corazón, de frente alzada.
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