Así, en una ocasión, en una guitarreada en Jaen con Pancho Figueroa (Los Chalchaleros), éste me escuchó cantar la milonga "A mi me dicen el Chino" y dijo bien alto: "Cuando yo le comente al Chino que hay en España un pibe cantando sus canciones, se muere!!!"
Al poco tiempo recibía una llamada desde Buenos Aires...
Si, era mi admirado Chino Martínez interesándose por mi afición a su música. Hablamos y ya nos encontramos en Baires, después en Palma de Mallorca, Madrid... y estamos en contacto perenne compartiendo nuestra afición por la música criolla y una exquisita y gran amistad...
(Felipe Pinto)
Quizás
como premonición de lo que luego sería una de sus más fuertes
pasiones: el campo, el Chino Martínez nació en Lobería el 8 de
septiembre de 1945, en uno de esos viajes circunstanciales que hacían
sus padres, radicados en realidad en el muy porteño barrio de
Belgrano.
A los 16 años Chino Martínez desertó de la ciudad llevado por un irrefrenable amor a la pampa y comenzó a trabajar en una estancia aprendiendo todos los rudimentos del campo incluso la doma.
Allí también aprendió a pulsar la guitarra y a entonar las viejas y dulces tonadas sureñas. Sus maestros fueron los pobladores del lugar, los curtidos criollos.
Por ese entonces el Chino Martínez, no sospechaba que aquellas canciones que al atardecer entonaba en rueda de peones, llegarían un día a formar su personalidad profesional.
Sin embargo las milongas y los estilos sufrieron una breve interrupción. Por asuntos familiares el Chino Martínez debió abandonar las queridas llanuras pampeanas y volver a la ciudad, circunstancia esta que, en definitiva, lo llevó al camino artístico.
En efecto, como amigo primero y en seguida como intérprete comenzó a frecuentar la Peña de Hernán Figueroa Reyes. Más tarde fue contratado para intervenir en el Festival de Cosquín 1967 y comenzaron sus actuaciones en TV, radio y peñas. Esta actividad la alterno con sus escapadas al campo, sus partidas de polo como jugador profesional y de rugby, deporte en el cual ha sido también una figura popular.
A los 16 años Chino Martínez desertó de la ciudad llevado por un irrefrenable amor a la pampa y comenzó a trabajar en una estancia aprendiendo todos los rudimentos del campo incluso la doma.
Allí también aprendió a pulsar la guitarra y a entonar las viejas y dulces tonadas sureñas. Sus maestros fueron los pobladores del lugar, los curtidos criollos.
Por ese entonces el Chino Martínez, no sospechaba que aquellas canciones que al atardecer entonaba en rueda de peones, llegarían un día a formar su personalidad profesional.
Sin embargo las milongas y los estilos sufrieron una breve interrupción. Por asuntos familiares el Chino Martínez debió abandonar las queridas llanuras pampeanas y volver a la ciudad, circunstancia esta que, en definitiva, lo llevó al camino artístico.
En efecto, como amigo primero y en seguida como intérprete comenzó a frecuentar la Peña de Hernán Figueroa Reyes. Más tarde fue contratado para intervenir en el Festival de Cosquín 1967 y comenzaron sus actuaciones en TV, radio y peñas. Esta actividad la alterno con sus escapadas al campo, sus partidas de polo como jugador profesional y de rugby, deporte en el cual ha sido también una figura popular.
Su
actividad artística, comienza en la famosa peña de Hernán Figueroa
Reyes,
alternado
con su actividad en el campo, por su habilidad de jinete, es
seleccionado
para
el Festival de doma y folclore de Jesús Maria, Córdoba ( Argentina
).
Alternado
en los fogones con sus canciones, lo llevan a cantar en el escenario
mayor
del festival, siendo una de sus revelaciones y contratado a
participar en
el
festival de Cosquín, en 1967, donde ovacionado por él publico,
repite varias veces sus
interpretaciones,
consagrándolo el año entrante.
De
allí en más, su carrera fue intensa, giras por todo el territorio
Argentino.
graba
para la R.C.A Victor, más tarde para C.B.S Columbia, llegando a
participar
en
el II certamen de la canción en Montevideo ( Uruguay ) ganando el
primero y
segundo
premio, con los temas La vuelta de Obligado y Nunca te dije nada (
como
tema
inédito ). De vuelta en su país, presenta en el festival de la
canción Argentina
su
tema “Te quise prisionera”, siendo uno de los finalistas, y
consagrándolo como
canta
autor. De allí en más, no solo la canción, si no también el cine
y la televisión
lo
cuenta entre sus filas, junto al clan Stivel para televisión “Martín
Fierro” con
Federico
Luppi,, En cine, la vida de”Juan Manuel de Rosas” dirigida por
Manuel Antín
y
junto a Rodolfo Beban, obtiene las mejores criticas por su papel de
“Juan Pueblo”
al
año siguiente, filma con Leo Fleider, “Embrujo de amor” junto a
Sandro y la estrella
española,
Carmen Sevilla.
Vuelve
a recorrer podo el territorio argentino, más de doscientos
festivales junto a las
principales
figuras del folclore argentino.
En
marzo de 1973, viaja a España, con gran elenco, Miguel Saravia,
Robustiano Figueroa Reyes, Horacio Quiroga Mora y Los Chalchaleros,
debutando en el teatro
Español
de Madrid, para después recorrer toda la península ibérica.
Es
convocado como cantante actor y músico, en un film para
R.T.V.Española, de la
premiada
mejor serie “libros iberoamericanos” junto a Carlos Estrada y
dirigida por
Julio
Diamante, creando la música, escenas a caballo y cantando.
De
vuelta en su tierra, alterna el canto y la composición, con su otra
actividad, organizando un haras de caballos deportivos, domándolos y
seleccionándolos para sus
distintas
disciplinas hípicas, su profundo conocimiento del caballo, lo lleva
a realizar en
T.V.
“ Mi amigo el caballo” y en radio Nacional L.R.1, “ El caballo”
varias veces premiado por distintos medios, en T.V. Cablevisión, el
exitoso “Patria Gaucha”.
Retomando
su carrera artística cancionera, vuelve uno de los más personales
interpretes de la llanura pampeana...
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