Como todos los días te amaré vida mía,
como toda la vida, como todos los días.
Como si yo supiera lo que tú ya sabías,
que hay que saber tus sueños
para aprender la vida.
Tengo una serenata de dos cielos
que nunca te canté novia del día:
eres la niña de los ojos nuevos
donde el amor no olvida.
No hay que dejarte sola,
muchacha amanecida,
con tus cabellos de trigal al viento
y el pan de tu sonrisa.
Soy de un país tremendo al que le cuesta
cruzar el mediodía,
a media orilla de tus ojos lejos
y a media orilla mía.
Hay que saber que para merecerte,
uno debe crecer de abajo para arriba,
en el sentido que nos enseñaste
lo que es ser mujer en la vida;
De esa manera, niña...
De esa manera madre...
De esa manera, hembra...
De esa manera, novia y compañera
De esa manera, VIDA!!!
(Armando Tejada Gómez)
(Adaptación: Felipe Pinto)
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