Hoy, 12 de octubre, España celebra una de las fechas más sagradas de su historia: el Día de la Hispanidad, el Día de las Fuerzas Armadas y la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.
Es el día de todos los españoles que aman su bandera, que respetan su historia y que reconocen con orgullo la herencia que nuestro país legó al mundo.
Pero también, lamentablemente, es el día en que los mismos que reniegan de España durante todo el año se enfundan el disfraz del patriota para aparecer en las tribunas oficiales, posar para las cámaras y fingir respeto por aquello que en realidad desprecian.
La Hispanidad: el legado que la izquierda intenta borrar
El 12 de octubre conmemora el descubrimiento de América, uno de los acontecimientos más trascendentes de la humanidad. España llevó al otro lado del océano su idioma, su fe, su cultura y su sentido universal del hombre.
Pero desde hace décadas, la izquierda se ha empeñado en reescribir esa gesta como si fuera una culpa, difundiendo la Leyenda Negra inventada por los enemigos históricos de nuestra nación.
Los mismos que hoy se llenan la boca hablando de “memoria democrática” son los que quieren borrar la memoria verdadera, la que nos recuerda que España no conquistó para destruir, sino para crear una civilización común donde millones de personas comparten una misma lengua, una misma fe y un mismo destino.
Ellos reniegan de Colón, de Isabel la Católica, de los evangelizadores y de los héroes que abrieron caminos, pero se postran sin pudor ante los dictadores bolivarianos y los tiranos de medio mundo, con tal de no parecer “demasiado occidentales”.
Las Fuerzas Armadas: orgullo nacional que no pueden entender
También hoy se celebra el Día de las Fuerzas Armadas, esos hombres y mujeres que visten el uniforme de España y sirven en silencio, sin pedir nada a cambio.
Y ahí están, como cada año, los dirigentes de la izquierda —los mismos que recortan sus presupuestos, ridiculizan sus valores y sueñan con disolver la idea misma de nación— fingiendo admiración desde una tribuna adornada con banderas que no sienten.
Hipócritas profesionales, incapaces de aplaudir el himno nacional sin apretar los dientes, que usan a los militares solo cuando hay tragedias: cuando hay incendios, cuando se hunde un edificio, cuando una riada arrasa un pueblo o una catástrofe golpea el país.
Entonces sí, ahí los quieren, para la foto, para el titular, para colgarse medallas que no les corresponden.
Pero cuando la patria está en calma, los esconden, los desprecian, los relegan a un rincón de la historia, porque les molesta el uniforme, les asusta la palabra España y les irrita el orgullo nacional.
La Guardia Civil y la Virgen del Pilar: símbolos que la izquierda no soporta
Y cómo no mencionar a la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, cuerpo ejemplar que representa la lealtad, la disciplina y la entrega absoluta al deber.
Hoy, mientras los guardias civiles rezan ante su patrona, la izquierda les paga con desprecio y recortes, les niega apoyo, les retira competencias, y hasta les insulta desde los mismos despachos del poder.
Porque para ellos, el honor es una palabra vacía. No soportan a quienes sirven a la ley y al orden, porque su política se basa precisamente en el caos, la impunidad y el enfrentamiento entre españoles.
A la Guardia Civil se la ha querido humillar, marginar y apartar de territorios donde más falta hace, como Cataluña o el País Vasco, precisamente porque son el símbolo viviente de una España unida e indivisible.
Pero ahí siguen, firmes, bajo el amparo de su Virgen del Pilar, con el lema que vale más que mil discursos:
“El honor es mi divisa”.
Un día para recordar quiénes somos
El 12 de octubre no pertenece a los políticos de turno. No es un escaparate para los hipócritas del progresismo ni una jornada para el postureo institucional.
Este día pertenece a España, a sus hombres y mujeres de uniforme, a los que rezan, a los que trabajan, a los que sienten que su bandera es su casa y su historia, su orgullo.
Por eso, frente a los que quieren diluir nuestra identidad entre discursos vacíos, hoy es más necesario que nunca gritar alto y claro lo que somos y lo que jamás dejaremos de ser: una nación forjada en la fe, la lealtad y el sacrificio.
¡Viva la Virgen del Pilar!
¡Viva la Guardia Civil!
¡Vivan las Fuerzas Armadas!
¡Y viva España y vivan su Unidad,
su Esplendor y su Libertad!
Felipe Pinto




No hay comentarios:
Publicar un comentario