Parodia sobre el campesino trabajador y pobre que se deja las manos y la vida en la jornada diaria y el sueño que ambiciona: el de conseguir ser diputado para vivir sin dar un palo al agua y lleno de placeres y riquezas.
Padre, búsquese otro socio
que el campo me tiene hastiado
ya no estoy para el arado
sino para el lujo y el ocio.
El plantar ya no es negocio
ni tarea muy sencilla;
uno compra la semilla,
que fíjese lo que cuesta,
y el año que no se apesta
se la come la pulguilla.
Las judías de La Granja
este año no dan ni un guiso
porque les cayó granizo
y quedaron en la zanja.
Los tomates con la seca
se arrugan como en el fuego
y si a la Virgen le ruego
que no se sequen del todo
llueve mucho y de ese modo
se pudren pasados de riego.
El trigo en este pais
parece una maldición
la lagarta o el pulgón
le comen hasta la raiz
y cuando uno planta maiz
estándo siempre expuesto
a que dejándolo puesto
convertido en mazamorra
aparezcan las cotorras
y no le dejen ni el resto.
Si hace daño un hormiguero
hay que echarse de barriga
y perseguir a la hormiga
encontrando el agujero.
Después echar un tarro entero
del mejor insecticida
pero con esta medida
aunque les parezca raro
matarlas sale más caro
que perdonarlas la vida.
Hasta el campo está cansado
y no hay cosecha que rinda
la huerta no es cosa linda
donde estar siempre encerrado.
Yo quiero ser diputado
en vez de un triste hortelano
no dejarme más las manos,
sino hacer cada vez menos
comprarme perfumes buenos
sin andar oliendo a marrano.
Gastar plata a troche y moche
sin sentir la carestía
y en vez de arar todo el día
buitrear toda la noche.
No andar a pie sino en coche
blindado hasta en la chapa,
tomar whisky en vez de grapa
eso es todo lo que quiero,
y en vez de ser jornalero
poder estar entre guapas.
Decir desde la tribuna
una sarta de simplezas,
hacer multitud de promesas
para no cumplir ninguna.
Amasar una fortuna
que deje gran interés;
mentir un tiempo y después
comprar un gran deportivo,
disfrutar de lo vivido
sin que me provoque estrés.
Controlar pleitos y leyes,
hacer algún "acomodo"
para tener mucho de todo
y vivir como los reyes.
Hoy mismo vendo los bueyes,
el tractor y el arado
porque soy un avivado
que sólo piensa en la plata,
es por eso mismo, mi papa,
yo quiero ser diputado.
Adaptación de Felipe Pinto al poema de Abel Soria, "Tata, yo quiero ser diputao"
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