sábado, 21 de mayo de 2016
LA VUELTA
Vivo caminando sin descanso
siguiendo la huella que dejó,
sin decirme adiós, se fue aquel día,
su mirada ya perdida
el silencio entristeció.
La gente me dice que ha pasado,
que me anda buscando por ahí;
que ha dormido a la sombra de un árbol
y las aves que la vieron
le cantaron al partir.
La luna me dice que, en la noche,
la cobija con su manto
y que amanece sin dormir
y el sol de día la va cuidando
y ella sigue respirando
aire puro en su vivir.
Sueño enamorado, no te has ido,
déjame encontrarte quiero ver
tu mirada siempre enloquecida,
esperándome, mi vida,
y tu amor mío ha de ser.
Se oye en el ambiente su cantar,
nace la alborada y dice al sol
que el regreso trae la dicha,
que ha llegado tras su huída
a abrazar mi corazón.
La luna me dice que, en la noche,
la cobija con su manto
y que amanece sin dormir
y el sol de día la va cuidando
y ella sigue respirando
aire puro en su vivir.
* Inspirado en el poema de Leónidas de Jesús Corvalán (Zamba para mi tristeza), convirtiendo esa tristeza en la alegría del rencuentro con la mujer amada.
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