Vino, tremenda palabra.
Cuantos pecados, pero también cuantas bondades pueden hacerse en tu nombre...
Tremendo compromiso entonces...
¿Dónde quedaron aquellas noches que me escribía a mi mismo rodeado de tu esencia?
¿Dónde, los sueños que esa noche anhelaba y tenía que compartirlos a tu abrigo?
¿Dónde..?
¡Tantas cosas! ¡Tantas noches! ¡Tanta vida!
¡Gracias, vino de España!
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