No, no ha habido otro partido político en nuestro país que haya sido peor tratado que VOX, escisión lógica de un PP desnortado ideológicamente, acomplejado, inútil, que alternándose en el poder con el PSOE desde hace 45 años, ha conducido a España, sin duda alguna, a la situación en que hoy se encuentra nuestro país. Los hechos, que son los que conforman la Historia, están ahí, a la vista de todos. Ese PP fue colaborador necesario del PSOE en la gobernación de España para estar hoy como estamos.
Pero querido lector, ¿sabe por qué VOX ha sido tan maltratado y encuadrado en una “extrema derecha” que no le corresponde ni por sus hechos , ni por su ideología, ni por su carta fundacional?
Voy a tratar de explicárselo brevemente, de forma que lo entiendan hasta los niños de primaria.
VOX desea, con la Constitución en la mano, mantener la unidad de España. A todas las izquierdas encabezadas por el PSOE (por cualquier PSOE), les importa un pito esa unidad. Es más, la quieren destruir, sin que el acomplejado PP haya puesto demasiado interés por evitarlo.
VOX cree que uno de los factores esenciales del enfrentamiento entre españoles y su terrible desunión, son las nefastas Autonomías, nidos de hacer desiguales a unos españoles respecto de otros y, también, nidos de corrupción, clientelismo político y caciquismo.
VOX defiende la vida, no la muerte del ser no nacido y asesinado en el vientre de la madre porque ésta, según la "progresía", tiene ese derecho. Ni quiere la eutanasia, artificio para cretinos, con objeto de acabar con la vida de enfermos o mayores cuando éstos se empeñan en seguir viviendo.
VOX desea acabar con el tremendo, enorme y elefantiásico Estado español (no confundir con España), que nos cuesta a todos los españoles sangre, sudor y enormes sacrificios personales mantener con nuestros impuestos. Pero que a PP y PSOE y demás adláteres, les viene muy bien para colocar a más de 300.000 políticos (sólo políticos) que cual chupópteros nos exprimen a los simples mortales como a limones.
VOX quiere que los “agentes sociales” (sindicatos de clase y patronal) así como partidos políticos, organizaciones sociales y toda clase de “observatorios”, chiringuitos e infinidad de otros tenderetes que se inventan los listos para vivir de la subvención (de su dinero y del mío, querido lector), se valgan económicamente por sí mismos, por las cuotas de sus componentes o por el dinero que pongan de su bolsillo los que quieran vivir del cuento.
VOX quiere que se acabe con la terrible plaga de la violación de nuestras fronteras por parte de la inmigración ilegal, esa que luego vive de nuestros impuestos y tiene derecho a todo, incluso por delante de los derechos de los propios españoles.
VOX quiere que se acabe con el bochornoso espectáculo de la NO DIVISIÓN DE PODERES en España, cuando los más altos tribunales están en manos de los políticos. ¿Qué clase de Estado de Derecho es este? ¿La Justicia es igual para todos?
VOX quiere una Enseñanza no ideologizada, no mediatizada, no corrompida, a nivel nacional (no autonómica o cantonal), en la que todos en nuestro país puedan estudiar en español.
VOX quiere que la Defensa que España necesita sea la necesaria y suficiente para que la misma tenga carácter efectivo de DISUASIÓN y desea que las Fuerzas de Seguridad del Estado dispongan de todos los medios necesarios para cumplir sin problemas su misión.
VOX quiere que las riquezas naturales con que cuenta nuestro país puedan ser explotadas para evitar todo lo posible nuestra dependencia del exterior y reducir así nuestro Déficit.
VOX quiere que España ocupe el lugar que, como gran nación, le corresponde en el ámbito internacional, no permitiendo ser chantajeada por ningún otro país ni tampoco humillada, como en el caso de Gibraltar.
No voy a cansarle más, querido lector. Estas son las líneas básicas de un partido político de derechas, conservador, constitucional y defensor de la Unidad Nacional Española.
Como quiera que a lo largo del último año ha habido algunas dimisiones, ceses y reorganización del partido, todos los medios se ocupan hoy con avidez de VOX. En el fondo, todos o casi todos lo que desean es que VOX desaparezca al ser portavoces de otros intereses, para regresar al triste y célebre bipartidismo que, al final, queda siempre en manos de los separatismos.
Pues bien, querido lector. Usted mismo. Es usted quien ha tenido la última palabra en las últimas elecciones generales del 23J. Con su voto, si es que votó por resultarle molestísimo, es posible que haya logrado que se forme un gobierno compuesto por una caterva de indocumentados y fanáticos que pueden conducir a la desaparición literal de España.
Por una parte, el PP pidiendo el dichoso “voto útil” que como bien ha quedado reflejado se convirtió en el más inútil o diciendo que preferiría acuerdos con el PSOE antes que con VOX; todo el izquierdismo “progresista” fanatizado atacando por todos lados a VOX; y también, VOX cometiendo el “error” de hablar sin pelos en la lengua y sin disimulos, en especial con su enfrentamiento contra los separatistas de toda clase y condición, que son el verdadero cáncer de España, alentados por un PSOE que no tiene remedio y debiera haber desaparecido de nuestro país como en la mayor parte de Europa.
Hoy, según dicen la mayor parte de los medios -incluidos los controlados por la jerarquía eclesiástica, muy peperos, por cierto-, VOX está inmerso en una crisis que puede llevarle a un proceso de desintegración, parecido al de Ciudadanos.
Si fuera así, la derecha española tendría que inventar otro VOX. Porque ese centro central moderadísimo llamado PP, tendente hacia la socialdemocracia o centroizquierda, queda fuera del circuito ideológico del conservadurismo español.
VOX lo que ha deseado siempre ha sido no sólo enfrentarse al nacionalseparatismo periférico de todos los colores; también a un PSOE que desde su fundación en 1879 ha sido el partido político que más daño ha hecho a España, aliándose con el diablo, cuando lo ha necesitado para hacerse con el poder. VOX siempre ha intentado por todos los medios defender los grandes intereses nacionales y a esto le llaman los necios “extrema derecha”.
En resumidas cuentas, el resultado de las últimas elecciones generales ha supuesto un desastre para todos y uno de los motivos más claros, los cientos de miles de votos perdidos por VOX. ¿Por qué? ¡Ah! Porque VOX es de “extrema derecha” y la derecha en España es, generalmente comodona y cobarde. Por eso, o le doy el voto al PP o, mejor aún, no voto. Y ahí está el resultado.
A lo peor, tenemos otros cinco años (más o menos) de más sanchismo “progresista” para desesperación de millones de españoles. Las dudas, la cobardía, la miopía, el relativismo, el hedonismo, los complejos y el supuesto mal menor (aunque tengas que taparte la nariz al votar), son siempre enemigos de lo bueno y terribles consejeros.
Pero el resultado es el que España ha querido, amigo lector. Los que fuimos a votar y los que no lo han hecho lo hemos conseguido. Y gracias a nosotros, hoy hay muchos grupos políticos y medios a su servicio que se frotan las manos pensando en una posible desaparición de VOX, incluidos los del centro central moderadísimo.
¿Crisis en VOX? Si la hubiere, que la resuelvan cuanto antes. Si no, lo vamos a pasar muy mal en España, si es que no llega su balcanización.
Enrique Domínguez Martínez-Campos
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