Paseo turístico por el pueblo de Torrelodones
Torrelodones es el pueblo que mejor
huele de la sierra de Guadarrama.
Con la primavera y la llegada del tiempo
estable, normalmente apetece dar un paseo por el campo, o por el pueblo, y
¿porque no damos un paseo turístico? Podemos recorrer tranquilamente las calles
de Torrelodones, descubriendo detalles y mirando, de otra manera, los
monumentos que tenemos, intentando verlos como si fuera la primera vez.
Situación
Torrelodones, se encuentra situado en la
Sierra Norte Madrileña, a sólo 30 kilómetros de Madrid por la autovía A-6,
dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Nombre
Hay distintas teorías sobre el origen
del nombre de Torrelodones, unas dicen que procede de un caballero llamado
Tirso Lodón, otras de los lodones (lodos-barros) que se producían con las
lluvias en sus caminos, y por último. la que hasta ahora es la más documentada,
que hace referencia a la Torre y a los lodones (árboles comunes en esta zona).
A lo largo de la historia a
Torrelodones, se le ha conocido con distintas denominaciones, desde “la Torre
de Lodones” (1275), “La Torre de los Oydores”, (1668 Baldi, dibujante de Cosme
de Médicis) y la actual “Torrelodones”.
Torrelodones en la literatura
A lo largo de los siglos varios autores
han citado o han incluído en sus obras algún dato sobre Torrelodones. Primero
empezaremos por: Alonso Fernández de Avellaneda y El Quijote Apócrifo
(1614) En los últimos párrafos del libro podemos leer: ..”y que
comprando otro mejor caballo, se fue en vuelta de Castilla la Vieja, en la cual
le sucedieron estupendas y jamás oídas aventuras, llevando por escudero a una
moza de soldada que hayó junto a TORRE DE LODONES, vestida de hombre, la
cual iba huyendo de su amo, que la hizo o la hizieron preñada sin pensarlo
ella”…
Seguiremos, entre otros muchos autores,
con los textos de Pío Baroja quien en "Las Noches del Buen
Retiro" cita a Torrelodones, también Gregorio Marañon lo nombra en
“El Conde Duque de Olivares”.
Y más tarde llegaremos a la última obra
escrita hasta ahora de Almudena Grandes con su “Corazón Helado”
(Tusquets Editores 2.007) a lo largo de la novela pone en boca de sus
personajes en numerosas ocasiones a Torrelodones ...”hasta que llegaban a Torrelodones,
ese pueblo tan raro que primero parecía una urbanización y luego una estación
de tren rodeada por unas pocas casas”...”la torre de los lodones, esa
miniatura de fortaleza, como un castillo de juguete que se eleva sobre un cerro
junto a la carretera”...
Paseo Turístico
El recorrido lo comenzaremos en la
rotonda del Dedo Gordo, nos fijaremos en la curiosa forma de este monumento, el
Dedo Gordo, que tiene su pequeña historia. Fue el primer monumento natural
que hubo en Torrelodones, con el tiempo y en sus inmediaciones surgió una
pequeña aldea, compuesta por unas cuantas casas que formaban la Calle Real en
la que predominaban los mesones, que poco a poco fue creciendo hasta que a su
vera llego el desarrollo, aumentó el número de vecinos, y la Carretera de La
Coruña tuvo que ser ampliada. La piedra que había resistido el paso del tiempo,
de los árabes, de los cristianos, de los franceses, no pudo resistir el aumento
de vehículos, y en las obras de ampliación de la A-6, no dieron importancia al
monumento natural y sin más la roca desapareció, muchos vecinos aun se acuerdan
de ella, y de las fotos que se hacían a su vera. (Reproducción inaugurada en
agosto de 2003).
Mesón de Francisco de Baños
Posteriormente caminando por la Calle
Real, llegaremos a la entrada del garaje de los números 18-20 y allí veremos el
antiguo dintel de la puerta de entrada al mesón (con la inscripción J H S),
en el número 10 se encuentra un restaurante que ocupa el lugar de las antiguas
caballerizas de dicho mesón, y más adelante en el número 4 de dicha calle, nos
encontraremos con un restaurante donde se encontraba “El mesón de Francisco
de Baños” que Felipe II mando construir a Juan de Herrera en el año 1589,
porque la anterior posada “era maloliente y tenía allí el rey gran
descomodidad a pesar de la mucha diligencia y cuidado que ponía el mesonero"
y el monarca no podía descansar en las paradas que hacía cuando se dirigía a
Valladolid, o a vigilar las obras del Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
En una esquina de la Plaza de la
Constitución podemos ver un rincón típico de Torrelodones formado por antiguas
casas y la peña donde se colocaban las bandas de música para los bailes de las
fiestas de antaño, actualmente en este lugar se encuentra un monumento que
representa a la familia.
Enfrente está el Ayuntamiento, formado
por tres edificios de nueva construcción y un estanque con fuentes de agua.
Hace años en este lugar se encontraba la antigua plaza de toros, que fue
derribada en 1972 al construir el edificio del Ayuntamiento.
En esta plaza peatonal (Plaza de la
Constitución) se encuentra el lugar de reunión de todos los vecinos de
Torrelodones, con sus bares y terrazas, donde los niños pueden correr y jugar a
sus anchas, mientras que sus padres disfrutan del aperitivo.
Fuente del Caño
Si seguimos andando llegaremos a una
rotonda donde nos encontramos con la monumental “Fuente del Caño”.
Esta fuente, que tiene más de
cuatrocientos años, fue realizada en 1591 por encargo de Felipe II, a Juan
Aguado cantero de Galapagar, y a Gaspar Rodríguez de Valladolid trabajador de
el Escorial. La ubicación original de esta fuente se encontraba situada al
final de la calle Carlos Picabea, justo al lado de la arqueta de piedra, de la cual se surtía de agua, pero por la
construcción de varios edificios, se tuvo que recolocar en otra parte, antes
que se asentara en este bello lugar que actualmente ocupa. La fuente, con dos
caños y un pilon, tiene un frontón que está coronado por un frontispicio con
tres bolas de piedra, un adorno muy común de los pueblos pertenecientes al Real
del Manzanares, y en el se puede ver el escudo, (aunque algo desgastado por el
tiempo), esculpido en piedra que representa la Casa Ducal del Infantado y de
los Condes del Real del Manzanares.
Siguiendo por la Calle Carlos Picabea,
llegaremos hasta la arqueta de piedra antes citada, merece la pena detenerse un minuto para
contemplar la belleza del granito que forma su estructura, a su lado se
encuentra una fuente más moderna con la fecha escrita en caracteres
romanos (<AÑO> MCMXXVI). En 1926, hubo una gran sequía en
Torrelodones y el Ayuntamiento decidió construir esta fuente para el uso de los
vecinos que en esos momentos tenia el pueblo.
Iglesia
Caminando un poco más nos encontramos
con la bella estampa de la Iglesia dedicada a la advocación de la
Asunción de Nuestra Señora, esta construcción no es la original pues a lo
largo de los siglos ha sufrido muchos cambios y reparaciones, desde el cambio
de la entrada principal que ahora esta tapiada y acoge a la pila bautismal,
hasta la construcción adosada de la casa Parroquial.
El año exacto de su construcción no se
sabe pero en un documento del siglo XVI, (diciembre de 1563), el Papa Pio IV
ordena la construcción de dicha iglesia y Felipe II fue el encargado de llevar
a efecto esta orden. La primer representación de la iglesia que se tiene
constancia, fue en el grabado de Pier María Baldi en 1668, entre las casas del
pueblo al fondo se puede distinguir la torre con su campanario.
Esta iglesia es una construcción maciza
totalmente de piedra berroqueña, se entra por una puerta con un pórtico
construido en la segunda década del siglo XX, el interior consta de una sola
nave rectangular, donde en la cabecera descubrimos una imagen moderna de la
Virgen de la Asunción, aún conserva el púlpito, y un coro de madera
Por detrás de la Iglesia en la plaza de
Epifanio Velasco, y en la puerta de un restaurante, podemos ver una
reproducción del mojón de las cinco leguas, que era una prerrogativa
para pagar impuestos, (el mojón original está en la pared de un chalet de los
peñascales) siguiendo la misma acera del restaurante y cuando la calle se junta
con la Avenida de Valladolid, en la esquina de la calle Profesor Alonso Parra,
nos encontramos con el monumento de las Tres Cruces o el Calvario,
(reproducción inaugurada agosto 2006) este monumento había sido destruido en
1931.
Palacete del Canto del Pico
Detrás de este monumento, (el Calvario)
al fondo en lo alto de la montaña, podemos ver el Palacete del Canto del
Pico, y a su lado se encuentran las piedras caballeras con una forma de
pico de ave, se supone que de ahí procede el origen del nombre.
Este palacete lo construyó, José María
de Palacio y Abarzuza (Conde de las Almenas) entre 1920 y 1922, fue declarado
monumento nacional por Alfonso XIII en 1930, lo más importante de este
monumento, es que esta construido por un conjunto de elementos originales
procedentes de restos arqueológicos, iglesias, castillos, casas señoriales,
etc. de distintos siglos, comprados por el Conde de las Almenas en los
numerosos viajes que realizaba por toda la geografía española. Actualmente no
se puede visitar porque es de propiedad privada, si se quiere admirar más de
cerca, se recomienda coger el coche y acercarse a la urbanización de los Robles
para poder contemplar mejor el Palacete.
Atalaya
Y por último nos queda por ver el monumento más
importante de Torrelodones, su seña de identidad, la Torre o Atalaya.
La Atalaya la construyeron los
árabes en el siglo IX en torno al año 865. Su misión era de vigilancia, y se
ubicaba en lo alto de un cerro situado en las cercanías de algún camino
importante.
Los habitantes del pequeño asentamiento
que se supone existía en esa época, estaban siempre al acecho, y si veían algo
movimiento sospechoso de tropas cristianas, inmediatamente encendían fuegos en
lo alto de la torre, por el día procuraban hacer mucho humo, y por la noche con
llamas muy grandes para que todos los habitantes de la aldea en cuanto vieran
esas señales, pudieran refugiarse o esconderse rápidamente.
Para poder visitar la Atalaya, se recomienda coger el coche y dejarlo en el aparcamiento de Torreforum y desde allí caminaremos unos minutos por el paseo de Emilia Alarcos hasta que llegamos a una rotonda, después seguimos por la izquierda donde encontraremos un camino de tierra que acaba en la base de la Atalaya, desde allí se podrán disfrutar de buenas vistas y hacer fotografías.
Después de este paseo turístico por el pueblo, solo nos queda aconsejarlos que visiten alguno de los muchos Restaurantes o Mesones con los que cuenta Torrelodones, para disfrutar de su gastronomía.
Aparte de los datos brevemente apuntados en este paseo, también podemos disfrutar en los alrededores de Torrelodones, de pinturas rupestres, de las ruinas de la Presa del Gasco (un sueño de Carlos III de hacer navegable el Guadarrama hasta Lisboa) diseñada por Carlos Leamur y continuada a su muerte por sus hijos Carlos y Manuel, también de dos puentes, aunque estos ya en el término municipal de Galapagar, el de la Alcanzorla (medieval) y el puente Herreriano o de las Minas, muy cerca del anterior.
Reportaje escrito y fotográfico: Fernando Villaverde Martin
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