¿Qué pretendes traidor, que correteas
como negra lagartija descolada,
con loas terroristas
de muertos inundadas.
¿Qué sangre inocente pisoteas?
Tu figura se sucede
entre odios que marean.
Ni una tumba, ni un muerto
has respetado,
tirano miserable que baleas
la verdad, la razón,
la bondad del hombre honrado.
Sin duda alguna fuiste una serpiente
venenosa en otra vida,
por eso la maldad
de tu alma está presente.
Y España no perdona miserables,
ni traidores de mentira desmedida.
No tendrá piedad, ni tú, salida,
cuando el pueblo mande, Presidente.
(F.P.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario