A veces es importante parar.
Y no digo mirar hacia atrás.
Sólo estar en silencio con uno mismo y sentir quién está realmente en tu vida, por qué y, sobre todo, para qué. Puedes llevarte interesantes sorpresas cuando lo descubres.
No son las mismas personas quiénes te acompañan en la enfermedad, en el sufrimiento, en el dolor, en momentos complicados,...que en la alegría, la felicidad y la abundancia.
Por ello, es mejor aprender y aceptar cuanto antes que...
...Quien no te busca, no te extraña.
...Que uno no debe tratar como prioridad a quien te trata como opción.
...Que lo único que no tiene garantías cuando se rompe es la confianza.
...Que lo que realmente importa son las personas sencillas y auténticas.
...Que los detalles más pequeños son los que, de verdad, pellizcan el alma.
...Que nunca hay que abandonar las cosas que amas, aunque nadie lo entienda.
...Que no siempre es fácil aceptar lo que uno siente.
...Que caminando despacio se llega lejos.
...Que moverse suavemente es vivir más.
...Que a veces las cosas no son como uno quisiera, pero siempre son como deben ser.
...Que aceptar nuestra vulnerabilidad en vez de ocultarla, es la mejor manera de adaptarla a la realidad.
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