Durante décadas, los españoles pudimos soñar con un futuro estable: trabajo, familia y una vivienda en propiedad. Ese era el pilar del bienestar y de la clase media. Hoy, sin embargo, ese modelo ha sido destruido por las políticas erráticas y confiscatorias de los gobiernos del PP y del PSOE, que han convertido el acceso a la vivienda en un lujo reservado para unos pocos.
Por eso, el nuevo Programa de Vivienda 2025 de VOX representa, a mi juicio, una de las propuestas más sensatas, valientes y necesarias que se han presentado en los últimos años. No se trata de promesas vacías, sino de un plan integral que pone a la familia, la propiedad y la prosperidad en el centro de la política nacional.
De país de propietarios a país de inquilinos
España ha pasado en apenas dos décadas de ser un país donde la mayoría podía comprar su casa a otro donde los jóvenes no pueden ni emanciparse. En 2011, el 70% de los menores de 35 años eran propietarios; hoy, apenas el 31%. Y más del 40% de los españoles destina más del 40% de su sueldo al alquiler. Es decir, trabajamos para pagar una vivienda que nunca será nuestra.
Mientras tanto, los precios suben sin control, la vivienda protegida ha desaparecido, la burocracia ahoga a promotores y familias, y la inseguridad jurídica generada por la ocupación o las leyes intervencionistas ha hundido la oferta. A ello se suma la presión demográfica derivada de la inmigración masiva, que dispara la demanda y deja a los españoles sin opciones.
Un plan realista y valiente
El programa de VOX parte de una idea sencilla: sin propiedad no hay libertad ni prosperidad. Y propone un conjunto de medidas claras y realistas para devolver a los españoles su derecho a tener una casa propia:
- Ampliar el suelo disponible y eliminar trabas burocráticas.
- Reducir los impuestos que encarecen la vivienda hasta un 30%.
- Derogar las leyes intervencionistas del alquiler y combatir con firmeza la ocupación.
- Promover la construcción masiva de vivienda protegida para familias españolas, con fórmulas de colaboración público-privada, avales y créditos blandos.
- Establecer una fiscalidad que priorice a los españoles en la compra y acceso a vivienda, frente al capital extranjero especulativo.
- Eliminar el IVA en la primera vivienda, recuperar la deducción por inversión en vivienda habitual y bonificar las donaciones familiares destinadas a la compra de una casa.
- Facilitar avales públicos y créditos a parejas jóvenes con incentivos ligados a la natalidad.
Es, en definitiva, una política de vivienda con sentido nacional, que entiende la casa no como un negocio o un privilegio, sino como un derecho natural del ciudadano a formar un hogar y construir su futuro.
La vivienda, columna vertebral de la nación
La vivienda no es un tema económico más: es el corazón de la vida familiar, la base de la independencia personal y la garantía de estabilidad social. Un país sin propietarios es un país sin raíces. Por eso, esta propuesta de VOX no es solo una cuestión de ladrillos y suelo, sino una apuesta moral y política por la familia, la natalidad y la cohesión territorial.
Recuperar la propiedad de la vivienda significa recuperar la dignidad, la estabilidad y la esperanza. Y por primera vez en muchos años, un partido plantea medidas concretas para hacerlo posible.
Si España quiere volver a prosperar, debe volver a ser, como dice el programa, una nación de propietarios y familias fuertes, no de inquilinos dependientes del Estado.
Felipe Pinto




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