El Gobierno y el Partido Popular olvidan a los españoles mientras financian ONGs
(por Felipe Pinto)
Una vez más asistimos al espectáculo indignante de ver cómo tanto el Gobierno socialista como el Partido Popular rivalizan en su entrega a ONGs y colectivos internacionales mientras millones de españoles, nuestros compatriotas, viven en condiciones de pobreza y abandono.
Los datos son claros: España cuenta hoy con cientos de miles de niños en riesgo de exclusión social y con una de las tasas más altas de pobreza infantil de Europa. Al mismo tiempo, nuestros mayores, los que levantaron este país con esfuerzo y sacrificio, sobreviven con pensiones mínimas que apenas les permiten llegar a fin de mes, soportando además un encarecimiento insoportable de la cesta de la compra, la luz y el gas.
Y sin embargo, en lugar de dirigir recursos y ayudas hacia quienes más lo necesitan dentro de nuestras fronteras, el Gobierno y el Partido Popular compiten en ver quién financia más a ONGs de carácter ideológico, muchas de ellas con estructuras opacas, que viven de la subvención y que nada aportan al bienestar de los españoles. Millones de euros de dinero público que deberían garantizar la dignidad de nuestros compatriotas se despilfarran en proyectos internacionales, campañas propagandísticas y chiringuitos políticos disfrazados de solidaridad.
VOX lo ha dicho y lo seguirá repitiendo: la caridad empieza por casa. Antes de enviar dinero a intereses ajenos, España debe garantizar que ningún niño pase hambre y que ningún anciano viva en soledad o en miseria. No aceptamos el cinismo de quienes se golpean el pecho hablando de derechos humanos mientras condenan a los españoles más vulnerables al abandono.
La política debe tener una prioridad clara: los españoles primero. Y ahí es donde tanto el PSOE como el PP demuestran su complicidad: ambos han hecho del reparto de subvenciones a ONGs y asociaciones ideologizadas un mecanismo de control político y clientelismo, olvidando su obligación de servir a la Nación.
VOX continuará denunciando este expolio y trabajando por una alternativa real que devuelva la dignidad a nuestros compatriotas. España no necesita más chiringuitos: necesita justicia social, protección de su gente y un Estado que deje de mirar hacia otro lado cuando los niños y los ancianos españoles sufren.
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