"Lo importante no son los años de vida sino la vida de los años".

"Que no os confundan políticos, banqueros, terroristas y homicidas; el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso.
Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan la vida".

Al mejor padre del Mundo

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sábado, 12 de julio de 2025

SANCHEZ: EL PODER DE LA CORRUPCION

 


El origen corrupto del poder sanchista.

Pedro Sánchez, actual presidente del gobierno español, no llegó al poder por méritos, por trayectoria o por liderazgo natural. Llegó al poder tras dar un golpe interno en su propio partido, el PSOE, acompañado de una camarilla de fieles que, desde el primer momento, entendieron la política como un medio para conquistar el aparato y manipular los procedimientos democráticos a su favor. Entre ellos estaban José Luis Ábalos, su hombre fuerte en la sombra; Koldo García, su guardaespaldas y brazo ejecutor; y Santos Cerdán, hoy en prisión y hasta hace poco, secretario de Organización del partido y que fue clave en la purga interna y en los pactos bajo mesa que cimentaron el regreso de Sánchez.

Sánchez fue expulsado del liderazgo del PSOE en 2016 por su propia ejecutiva, pero en lugar de asumir responsabilidades, emprendió una campaña paralela financiada con oscuras ayudas, recorriendo España en coche, buscando el apoyo de las bases con un discurso populista y de ruptura. Fue un regreso preparado con precisión, no con ideales, sino con promesas y alianzas de poder. Desde entonces, el PSOE dejó de ser un partido tradicional para convertirse en un instrumento personalista, controlado desde el núcleo duro de Ferraz.

Hoy, de ese núcleo de cuatro nombres, tres están imputados o en la cárcel. Ábalos, apartado forzosamente por el escándalo del caso Koldo, intenta sobrevivir como un apestado político. Koldo García fue el intermediario de una red corrupta que se enriqueció con contratos durante la pandemia. Cerdán, en prisión preventiva, aparece salpicado en numerosos episodios de la corrupción institucionalizada del sanchismo. Y mientras, Pedro Sánchez, el gran arquitecto, el Número 1, sigue en La Moncloa sostenido por las mismas artimañas con las que empezó: el clientelismo, el engaño y el chantaje político y con los mismos apoyos, de los enemigos de España, es decir, de comunistas, separatistas, golpistas y terroristas, con los que consiguió acceder al gobierno sin haber ganado las elecciones.

Hoy, de ese núcleo de poder que orquestó su regreso, tres de los cuatro están imputados o investigados, y no son casos aislados: ya hay al menos 34 altos cargos imputados en el entorno del Ministerio de Transportes, señalados por la justicia en relación con el caso Koldo y otras ramificaciones de corrupción institucional. Lo que comenzó como una trama puntual se ha destapado como una estructura de corrupción en red, que afecta a los principales órganos del Estado. 

 Esta maquinaria corrupta no se limita a lo económico o institucional: también hay sombras en lo moral y lo personal. El pasado 5 de julio, Francisco Salazar, exsecretario general de Coordinación Institucional y hombre de confianza de Sánchez en La Moncloa, se vio obligado a renunciar tras ser acusado por varias trabajadoras del entorno por acoso sexual y abuso de poder . Aunque el PSOE y el Gobierno insisten en que no se han presentado denuncias formales, el asunto salió a la luz mediante un reportaje de el Diario y fue suficiente para que Salazar cesara “con efectos retroactivos” desde el 5 de julio, según el BOE .

Tras el escándalo, el Ejecutivo envió un correo recordando el protocolo interno contra el acoso, anunció cursos obligatorios para personal de Presidencia (incluidos altos cargos) y prometió reforzar los mecanismos de denuncia.

Pero la idea ya estaba clara: en Moncloa no solo se tolera la corrupción; también se encubren abusos de poder. Y cuando sale a la luz un caso grave, la respuesta es más el chiste del curso interno que la transparencia real.

A esta larga lista de escándalos se suman los que afectan directamente al entorno familiar de Pedro Sánchez. Su esposa, Begoña Gómez, está siendo investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, tras conocerse que recomendó por escrito a empresas beneficiarias de contratos públicos mientras dirigía una cátedra sin transparencia ni control académico. Su nombre figura en una causa judicial abierta, pese a los intentos del Gobierno por desacreditar a los denunciantes y presionar a los jueces.

 
También ha salido a la luz el escándalo que afecta a su hermano, David Sánchez, contratado como alto funcionario en la Diputación de Badajoz con un sueldo público elevado, en circunstancias que apuntan a posible nepotismo. A pesar de recibir dinero público, su paradero, funciones reales y justificación de su cargo son todo un misterio. Tanto es así que la propia Diputación se ha negado a entregar información al respecto, generando aún más las sospechas sobre ocultación, opacidad y enchufismo institucionalizado. 

Este no es un gobierno legítimo nacido del mérito democrático. Es una estructura de poder que surgió de la mentira y el amaño, y que ha degenerado en un régimen de corrupción sistémica. En este artículo quiero denunciar precisamente eso: el proceso de degradación institucional más grave de la democracia española desde su transición.

Pedro Sánchez, el capataz de la corrupción y la indignidad nacional

España vive hoy secuestrada por un gobierno que ha hecho del engaño su herramienta, del chantaje su método, y de la corrupción su sistema de poder. Pedro Sánchez no es un estadista, ni siquiera un político al uso: es un superviviente del poder que ha cruzado todas las líneas rojas morales, legales y patrióticas con tal de mantenerse en la silla de La Moncloa.

En cualquier país serio, Pedro Sánchez ya habría dimitido mil veces. En España, sin embargo, goza del aplauso de los medios subvencionados y de toda su red clientelar. Esta es la España sanchista: una España donde el delincuente es indultado, el juez es presionado, la ley se reescribe al gusto del delincuente, y el poder se prostituye —literalmente— con prostitutas y cocaína.

La red de podredumbre moral

Los casos se acumulan y forman un patrón. El caso Tito Berni, donde diputados socialistas se paseaban por burdeles, organizaban fiestas con drogas y prostitución, y repartían contratos públicos a cambio de favores, sería suficiente para derribar cualquier gobierno decente. Pero aquí no pasó nada. El silencio cómplice de Sánchez lo convirtió en encubridor. La trama no era un caso aislado: era una red de corrupción estructural porque  la red clientelar funciona como una mafia: el silencio se paga con poder.

Luego llegó el caso Koldo, con ramificaciones hasta, al menos, el propio Ministerio de Transportes y el de Sanidad, y contratos inflados durante la pandemia que sirvieron para enriquecerse mientras morían miles de españoles. También llegaron los casos en los que se encuentran envueltos los familiares más allegados a Sánchez: su esposa y su hermano. ¿Dónde está la responsabilidad política del Presidente? ¿Dónde está su dimisión?

 Y mientras tanto, ¿qué hacía este gobierno? Copar todas las estructuras de los órganos del Estado, crear, a base de la inmigración ilegal, redes clientelares, sometidas a las mafias y premiadas con una una paguita para asegurarse el voto en próximas convocatorias electorales, una vez nacionalizados dichos ilegales, financiar con dinero público talleres de sexualidad con contenido abyecto, asociaciones feministas fantasma, y campañas ridículas que ridiculizan a las mujeres reales y trivializan la violencia. ¿Qué mujer se siente hoy más protegida con este Ministerio de Igualdad? La ley del "sí es sí" liberó a más de mil agresores sexuales. Y aquí nadie asume responsabilidades.

La corrupción judicial como último eslabón del régimen

Para que todo esto funcione sin consecuencias, hace falta un último engranaje: el control del Poder Judicial. Y, al no poder conseguirlo completamente, ahí entra en escena el más siniestro de los personajes del sanchismo: Cándido Conde-Pumpido, hoy presidente del Tribunal Constitucional. Un político togado que jamás debería haber pisado esa sala. Porque no es un juez: es un militante. Ha convertido el Constitucional en la prolongación jurídica de La Moncloa, y está cometiendo delitos de prevaricación continuada desde que fue impuesto por Sánchez.

¿Y cómo llamamos a este ser? ¿Presidente? No. Lo llamamos lo que es: un traidor, un encubridor político que avala amnistías inconstitucionales, desnaturaliza la Carta Magna, y persigue a jueces valientes que se atreven a enfrentarse al régimen. Pumpido es la garantía judicial del golpe sanchista a la Nación.

Otro de los escándalos se centra en el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, a quien el Tribunal Supremo ha abierto una causa por un presunto delito de revelación de secretos. Esta investigación surge a raíz de la difusión de datos relacionados con una investigación sobre delitos fiscales y falsedad documental contra un particular. El fiscal general no ha dimitido, amparado por el gobierno. Todo este proceso deja a la vista el quebrantemiento de la independencia del poder judicial por parte del ejecutivo, paso definitivo hacia el golpe a la democracia.

Una estructura totalitaria con piel de democracia

El problema ya no es solo el PSOE: es el sistema que han montado. Su conducta, disfrazada de derechos sociales, se ha convertido en una colección de delirios ideológicos que destruyen la convivencia y el sentido común. Imponen una nueva moral estatal, regulan lo que se puede pensar, cómo se puede hablar, y castigan todo lo que se salga del guión. Es una dictadura blanda con cara de Judas, pero con puño de hierro.

Hemos hablado de Sánchez, Abalos, Koldo y Cerdán, pero no son sólo ellos: ya hay al menos 34 altos cargos imputados en el entorno del Ministerio de Transportes, señalados por la justicia en relación con el caso Koldo y otras ramificaciones de corrupción institucional. Lo que comenzó como una trama puntual se ha destapado como una estructura de corrupción en red, que afecta a los principales órganos del Estado.


Y como colofón de esta espiral de indignidad, estos días, el presidente del Gobierno de España aparece en las portadas de medios internacionales por un escándalo aún más bochornoso: su supuesta implicación en una trama relacionada con prostíbulos vinculados a su suegro y de los cuales, el matrimonio Sánchez, se ha lucrado durante mucho tiempo. La imagen de España ha quedado manchada ante el mundo entero. No es solo una crisis política o judicial, sino una auténtica vergüenza nacional que coloca a nuestro país al nivel de las repúblicas más corruptas. Un presidente señalado por escándalos sexuales, familiares, económicos y judiciales no puede representar a una nación digna.

Nos quieren callados, desorientados, resignados y la España real contempla, dormida y absorta lo que está aconteciendo en este país, antes llamado España, y debe despertar.  Frente a esta maquinaria de corrupción, sectarismo y degradación moral, hay una Guardia Civil (UCO), dispuesta a detener la ilegalidad, existen unos jueces honrados y dispuestos a aplicar las leyes y también millones de españoles que siguen creyendo en la verdad, en la ley, en la familia, en la propiedad, en la libertad, y en su patria.

Pedro Sánchez pasará y su legado de ruina, enfrentamiento y podredumbre quedará como advertencia de lo que nunca más debe repetirse, historia negra de la democracia en este país y, tarde o temprano, tendrá que enfrentarse a la justicia, reo de sus innumerables fechorías.

(Felipe Pinto)



martes, 8 de julio de 2025

LA NUEVA CAGADA PEPERA. Y VAN...

 


El PP prefiere repetir elecciones antes que permitir que VOX entre en el Gobierno.
Una vez más, el Partido Popular demuestra que no ha superado sus complejos ideológicos. Está más centrado en agradar a la izquierda mediática que en ofrecer una verdadera alternativa al sanchismo.
Han llegado incluso a afirmar que, si para gobernar tienen que contar con VOX, prefieren volver a las urnas. Es una confesión que retrata a un partido temerario, irresponsable, falto de coraje, sin convicciones y sin un proyecto firme para España.
La izquierda no va a votarles. Y la derecha tampoco, si siguen siendo la derecha acomplejada, ambigua y timorata. El PP sigue creyendo que puede contentar a todos: a los votantes del PSOE, a los medios de comunicación progresistas, a los empresarios del IBEX y a sus bases. Pero eso no es posible. La política real exige definirse, tomar partido y actuar con firmeza. Y ahí es donde el PP siempre fracasa.
Están dando por sentado algo que aún no tienen: que van a ganar unas elecciones cuya fecha ni siquiera está fijada. Y cuando lleguen, su prepotencia y su falta de humildad pueden hacer que se repita nuestro último mal sueño. Porque si desprecian a VOX y se niegan a pactar con la derecha auténtica, volverá a ganar la izquierda más radical.
Si para echar al psicópata de Sánchez hay que pactar con VOX, se pacta y no pasa nada. No es ninguna tragedia ni ningún drama democrático. Es simplemente reconocer la voluntad de millones de españoles que han confiado en una derecha valiente, clara y con principios.
VOX representa a esa derecha. La derecha sin complejos, la que no se arrodilla, la que dice las cosas por su nombre, la que no teme al qué dirán.
Los votantes de VOX no están para ayudar al PP. No son una muleta ni un recurso de emergencia. Están ahí porque están hartos de que nada cambie, de que PP y PSOE se repartan el poder mientras España se hunde. Si el PP no ofrece soluciones reales a la inmigración ilegal, a la okupación, al adoctrinamiento ideológico, a la destrucción de la unidad nacional y no deroga ni una sola de las leyes del PSOE, muchos votos desesperados caerán —con todo derecho— en manos de VOX y esos votos, digan lo que digan los Génova, ya no vuelven jamás.
Sr. Feijóo: los socialistas no le van a votar. Por más que usted se esfuerce en parecerse a ellos. Ellos ya tienen a su candidato, a su agenda, a sus privilegios. Lo que usted consiga con esa estrategia es desmovilizar a su propia base. Y, una vez más, cometer el mismo error de siempre.
¿De verdad creen que repetir elecciones es una solución? Lo que lograrán será más frustración, más abstención y más votos para la izquierda radical, gracias a su cobardía.
Los ideólogos del “verano azul”, del centrismo de plató y del chiringuito ideológico creen que pueden seguir jugando a un billar de 2030 bandas. Pero el país ya no está para juegos. Feijóo, en 2023, dedicó su campaña a atacar a VOX. Y aunque ganó las elecciones, perdió la posibilidad de gobernar. El precio lo seguimos pagando todos los españoles.
El PP quiere gobernar solo para no tener que rendir cuentas. Para seguir con las inercias del bipartidismo. Porque si VOX entra en el Gobierno, se acabaron las medias tintas, la corrupción tapada y los pactos en la sombra.
VOX es un necesario muro de contención. Un freno a los abusos. Una garantía de principios, de verdad, de libertad y de España viva.
 
(Felipe Pinto) 

lunes, 7 de julio de 2025

LLAMAMIENTO A LA JUVENTUD ESPAÑOLA

 


Queridos jóvenes:

Os hablo desde la cercanía y la experiencia de quien un día también fue joven. Así que conozco bien vuestras inquietudes, vuestras esperanzas... y también vuestras decepciones porque yo también las viví aunque, en esos tiempos teníamos muchas más facilidades de las que hoy se os ofrecen a vosotros.

Quiero imaginarme lo que puede significar para vosotros encadenar contratos precarios, intentar acceder a una vivienda digna y comprobar que es poco menos que un sueño imposible o mientras los sueldos apenas cambian, ver cómo se encarecen los alquileres, problema gravísimo del que casi nadie se atreve a hablar y que viene derivado en gran parte de la okupación ilegal, que ha convertido la vivienda en un bien inseguro y de alto riesgo. ¿Qué pequeño propietario se atreve a alquilar a un precio normal su piso sabiendo que, si le dejan de pagar o se lo okupan, tendrá que esperar años para recuperarlo y, mientras tanto, seguir pagando los gastos? ¿Quién se atreve a ofrecer alquileres accesibles en esas condiciones? Esta situación os está expulsando del mercado del alquiler, al tiempo que encarece brutalmente los precios para las familias honradas.

Es una injusticia que quien cumple la ley viva peor que quien la incumple, y nosotros no vamos a callarnos ante esta barbaridad y si gobernamos, acabaremos con ella.

Lo que está ocurriendo en España no es fruto de la casualidad, ni de una crisis pasajera. Es el resultado de décadas de abandono por parte de los gobiernos de uno y otro color —populares y progresistas— que jamás os han tenido en cuenta. Han hecho política pensando en cuotas de poder, en intereses partidistas, en mantener un sistema corrupto y clientelar, mientras a vosotros os dejaban atrás.

España no os ha fallado. Os han fallado el bipartidismo que ha gobernado España durante los últimos treinta años: Todos sus gobiernos han ignorado sistemáticamente a la juventud española. Han preferido volcar miles de millones en mantener una estructura política y sindical insostenible, en subvencionar asociaciones ideológicas y en amparar una inmigración ilegal que, lejos de integrarse, vive a costa del esfuerzo de los españoles y que no sólo colapsa nuestros servicios sociales, sino que en demasiados casos trae consigo delincuencia, inseguridad y violencia. Muchos de vosotros —y especialmente muchas jóvenes— lo sabéis bien: vivís con miedo, porque en demasiados barrios ya no se puede caminar con libertad ni seguridad.

Han despilfarrado miles de millones en subvenciones ideológicas, chiringuitos políticos y privilegios sindicales. ¿Y vosotros? ¿Dónde está el futuro que os prometieron? ¿Quién ha dado un paso al frente para defender vuestros derechos y vuestras oportunidades?

Mientras ellos protegen sus privilegios y se blindan en sus instituciones, vosotros sois los grandes olvidados. Sin oportunidades, sin ayudas, sin expectativas reales.

España, en los últimos 30 años, no sólo ha sufrido un desplome económico: ha sufrido un desplome moral. La cultura del esfuerzo ha sido sustituida por la del subsidio. Se ha perdido el respeto por el mérito, por la vida, por la familia, por nuestras raíces. Y os han querido convencer de que todo eso no importa. Pero sí importa. Importa muchísimo.

La familia está bajo ataque. Nuestra historia es tergiversada. Y mientras tanto, os dicen que no hay alternativa. Pero sí la hay.

Por eso, os hago este llamamiento: sí hay otra forma de hacer política. Una que os tenga en el centro, que recupere el orgullo de ser español, que os devuelva el derecho a vivir con dignidad en vuestra propia tierra.

Porque os están robando el futuro mientras os venden humo...

Y, por ello, ha llegado el momento de reaccionar y yo apuesto por vuestra valentía.

Si comulgáis con nuestro proyecto, el de VOX, con la defensa sin complejos de España, de su juventud, de su soberanía, de su dignidad, entonces tenéis una misión: hacedlo llegar, necesitamos que os impliquéis en vuestros círculos de estudio, en vuestro trabajo, entre vuestras amistades y dentro de vuestra propia familia. Porque nadie va a defender vuestro futuro si no sois vosotros los primeros en levantar la voz. No os dejéis silenciar por la corrección política ni por el miedo al qué dirán. Si sentís que este proyecto os representa, con la frente alta, convertíos en su altavoz.

Nadie mejor que vosotros sabe lo que significa abrirse camino hoy en España. Y por eso mismo, os animo a cambiar el rumbo.

No dudéis que España y las generaciones venideras os lo agradecerán.

Y os lo dice alguien que no viene de la clase política, sino del trabajo diario, de la calle. Desde mi experiencia en hostelería, ocio nocturno y relaciones públicas, os ofrezco toda mi comprensión y todo mi apoyo. Para ello entré en política, porque yo no vengo de la élite política, vengo de la calle, de trabajar con personas, de ver cómo se lucha cada día por salir adelante. Y por eso estoy aquí: porque sé que hay otra forma de hacer las cosas, y porque estoy convencido que vosotros sois la clave en esa transformación.

Es ahora o nunca. España os necesita. No estáis solos y la resignación no es ni mucho menos, una solución. Reaccionad. Luchad por lo que es vuestro.

Viva España y viva la juventud española.

 

Felipe Pinto
Concejal de VOX en Torrelodones